Para apagar un sistema Linux activo, no debe reiniciarlo con el botón «reset» que se encuentra en frente o detrás del ordenador, o simplemente apagarlo. Linux debe apagarse en una forma controlada, algunos ficheros podrían perderse y/o producirse daño al disco si no lo hace así. Si está ejecutando un entorno de escritorio encontrará, generalmente, una opción para “cerrar su sesión” disponible desde el menú de aplicación que le permite apagar (o reiniciar) el sistema.
También puede presionar la combinación de teclas
Ctrl+Alt+Del
o Control+Shift+Power en sistemas
Macintosh. La última opción es acceder al sistema como superusuario
y escribir poweroff, halt o
shutdown -h now
, si
cualquiera de las combinaciones de teclas no funcionan o prefiere
escribir órdenes. Puede utilizar reboot
para
reiniciar el sistema